T.O.P.O.
La meta final del devocional es su
aplicación, no su
interpretación. En vista de que Dios quiere cambiar nuestra vida por medio de su Palabra, es de suma importancia aprender a aplicar las Escrituras en nuestra vida antes de aprender cualquier otro método de estudio bíblico.
Texto.El método de estudio bíblico devocional implica tomar un pasaje de la Biblia, preferiblemente breve, y meditarlo en oración hasta que el Espíritu Santo le muestre la manera de aplicar esa verdad a su propia vida de una manera tan personal, que sea práctica, posible y medible en su aplicación.
La meta es que tomemos en serio la Palabra de Dios y podamos ser «hacedor de lo que dice»
(Santiago 1:22).
Observación.El texto debe ser aplicado a mi propia vida
La Biblia se nos entregó para mostrarnos cómo podemos tener una relación con el Todopoderoso y cómo podemos vivir en este mundo en sus caminos.
Dios nos dio su Palabra para cambiar nuestra vida y ser cada vez más como Jesucristo.
El apóstol Pablo declaró que es útil para enseñar, reprender, corregir y capacitar al creyente en la vida de la justicia (2 Timoteo 3:16).
La Biblia es un libro práctico, porque tiene que ver con practicar una vida de amor.
Estudiar la Biblia sin una aplicación personal puede ser solo un ejercicio académico sin ningún valor espiritual.
La Biblia se escribió para que la apliquemos a nuestra vida.
Quiero dejarle bien en claro que esa aplicación es necesaria en nuestra vida cristiana, que es una labor difícil, y que una buena aplicación es posible si seguimos algunos principios básicos.
El estudio de la Palabra de Dios debe dirigirse a su aplicación a nuestra vida, con el resultado de que las Escrituras nos cambien para que nos conformemos más a la voluntad de Dios.
1. No podemos conocer la Palabra de Dios en su profundidad a menos que la apliquemos en nuestra vida.
Durante su ministerio, Jesús tuvo numerosos encuentros con los líderes religiosos de su tiempo. Estos eran principalmente fariseos, eruditos de la ley; escribas, religiosos expertos legalistas de la ley judía; y saduceos, miembros liberales de la sociedad judía en los tiempos de Jesús. En una ocasión los saduceos, que no creían en la resurrección de los muertos, le hicieron a Jesús para tratar de atraparlo. Su respuesta es de veras interesante. Les dijo:
"Están en un error porque no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios»
(Mateo 22:29).
Los saduceos tenían un conocimiento intelectual de las Escrituras judías (nuestro Antiguo Testamento), pero no aplicaban sus principios a su vida personal.
Usted puede ser una enciclopedia bíblica ambulante y tener la cabeza atiborrada de información bíblica, pero eso no le hará ningún bien a menos que la aplique de manera práctica en su diario vivir. Si estudia la Palabra de Dios y no hace ninguna aplicación de esta en su propia vida, no será mejor de lo que eran los fariseos y saduceos del tiempo de Jesús. Uno no conoce las Escrituras hasta que las pone en práctica.
2. Estudiar la Palabra de Dios puede ser peligroso si simplemente la estudiamos sin aplicarla a nuestras vidas.
El estudio de la Biblia sin aplicación puede ser peligroso porque el conocimiento nada más envanece. El apóstol Pablo dijo:
«El conocimiento envanece, pero el amor edifica»
(l Corintios 8:1).
La palabra griega que se traduce «envanece» da la idea de inflarse con un orgullo que se transforma en arrogancia. La Biblia enseña que el diablo conoce la Palabra intelectualmente (lo puede ver en la tentación de Jesús, Mateo 4:1-11), y también sabemos que él está inflado con orgullo y arrogancia. Cuando usted aplica correctamente la Palabra de Dios en su vida, elimina el peligro de inflarse de orgullo.
El estudio de la Biblia sin observar que sucede conmigo puede ser peligroso, porque el conocimiento requiere acción. Lo que un hombre sabe debería expresarse en lo que hace. Santiago declara:
«No sean solo oidores de la Palabra, y no se engañen a sí mismos.
Practiquen lo que dicen»
(Santiago 1:22).
Los mandamientos de Dios no son opcionales, Él nunca dijo:
«Disculpe, ¿podrías tomar en cuenta esto?» Fue una orden: «Hazlo!)}, y se espera que obedezcamos. En el Sermón del Monte, Jesús comparó a un discípulo obediente con un sabio:
«Por lo tanto, el que escucha mis palabras,
y las pone en práctica [acción]
es como un hombre sabio que construyó su casa sobre la roca»
(Mateo 7:24).
«Cuando vinieron las pruebas de la vida, el hombre sabio permaneció firme, mientras que el hombre tonto, el que no practicó lo que sabía, se derrumbó»
(Mateo 7:25-27).
A David se le conocía como un hombre conforme al corazón de Dios porque aplicaba la Palabra a su vida y practicaba lo que sabía. El salmista escribió:
«Me puse a pensar en mi conducta y volví a obedecer tus mandatos.
Me he dado prisa, no he retardado en poner en práctica tus mandamientos»
(Salmo 119:59-60, DHH).
Necesitamos poner en práctica lo que sabe.
Estudiar la Biblia sin aplicarla puede ser peligroso porque el conocimiento aumenta la responsabilidad. Si toma en serio el estudio de la Biblia, tendrá más responsabilidades que la persona promedio, porque con conocimiento añadido viene responsabilidad añadida. Santiago escribió:
«Si ustedes saben hacer lo bueno y no lo hacen, ya están pecando»
(Santiago 4: 17, BLS).
A. John Milton, un gran poeta cristiano, se le atribuye el dicho:
«El objetivo de todo aprendizaje debe ser conocer a Dios
y junto con ese conocimiento, amarlo y ser como Él».
La suma de lo que estamos hablando respecto de la aplicación de nuestro estudio de las Escrituras es que debemos conocer a Dios, amarlo y luego ser como Él.
¿Por qué es tan difícil observar cómo se aplica las Escrituras a nuestra vida?
Parecería que aplicar la Biblia fuese algo más que sencillo, pero en realidad es la parte más difícil del estudio bíblico.
La aplicación no sucede por accidente.
Tenemos que planearla.
La dificultad de aplicar las Escrituras a nuestra vida tiene tres motivos:
1. La observación personal es una labor difícil porque exige una seria reflexión.
A veces lleva largos períodos de meditación (concentrarse y tener pensamientos piadosos) antes de poder aplicar una verdad de las Escrituras que hayamos estudiado. A veces habrá que buscar debajo de una regla temporal para encontrar un principio eterno en el texto. Todo esto lleva tiempo y concentración, que bien puede hacernos vacilar.
2. La observación personal es difícil porque Satanás lucha ferozmente contra ella.
Los más fuertes ataques del diablo a menudo se desatan en su devocional, cuando usted intenta aplicar lo que ha estudiado. Satanás ya sabe que mientras nos contentemos con tener conocimiento intelectual de la Palabra no representaremos ningún peligro para sus planes. Pero tan pronto como tomamos en serio introducir algunos cambios en nuestra vida, luchará contra usted con dientes y uñas. Aborrece a los hacedores de la Palabra. Él nos va a permitir estudiar la Biblia todo cuanto usted y yo deseemos, siempre y cuando no nos preguntemos:
«¿Y ahora qué voy a hacer con todo lo que he aprendido?»
3. La observación personal es difícil porque por naturaleza nos resistimos a cambiar.
A menudo no tenemos deseos de cambiar, que es lo que una verdadera aplicación exige. Vivimos más por emociones que por voluntad porque nos contentamos con permanecer tal como estamos. Escuchamos a los cristianos decir que no sienten deseos de estudiar la Biblia, que no sienten deseos de orar, y que no sienten que les guste testificar. Los deseos que uno sienta no tienen nada que ver con vivir la vida cristiana, porque los sentimientos van y vienen. La clave de la madurez espiritual es vivir para Jesucristo, no porque nos sintamos bien, sino porque sabemos que eso que hacemos es lo correcto.
Usted aplica la Palabra de Dios a su vida no porque tenga deseos de hacerlo ese día o semana, sino porque sabe que Dios se lo solicita.
La aplicación del estudio bíblico es un acto voluntario encaminado a la madurez y a establecer fundamentos para su estabilidad en su vida cristiana.
Cuando tenga su estudio bíblico devocional siga estos pasos sencillos.
Primer paso: Ore que sepa aplicar ese pasaje Pídale a Dios que lo ayude a aplicar el pasaje que está estudiando y le muestre de manera precisa qué quiere que haga. Usted ya sabe que Dios quiere que haga dos cosas:
- que obedezca su Palabra
- y hable a otros de ella.
En su oración dígale a Dios que está listo para obedecer lo que él le muestre y que está dispuesto a hablarles a otros de esa aplicación.
Medite en los versículos que escogió para estudiar. La meditación es la clave para descubrir cómo aplicar pasajes bíblicos a su vida. La meditación es esencialmente una digestión mental. Tome un pensamiento que Dios le dé, póngalo en su mente y piense muchas veces en él.
Meditar es como rumiar, que es lo que una vaca hace cuando vuelve a masticar lo que ya ha comido. Come algo de hierba y la envía al estómago. Luego se acuesta, la devuelve, la mastica y la vuelve a tragar. Este proceso digestivo se repite tres veces.
Meditar las Escrituras es leer un pasaje de la Biblia, y concentrarse en él de diferentes maneras. A continuación le presentamos varias formas en las que usted puede meditar un pasaje de las Escrituras:
Visualice la escena narrada. - Póngase en la situación bíblica e imagínese que es parte activa de la escena.
- Si está leyendo los libros históricos del Antiguo Testamento, los Evangelios o el libro de los Hechos, imagine que es parte del contexto histórico.
- Pregúntese cómo se sentiría si estuviera en esa situación. ¿Qué diría? ¿Qué haría?
- Si estudia Juan 4, por ejemplo, imagínese que está a la derecha de Jesús, con la mujer en el pozo, con los discípulos y los habitantes de Sicar.
- ¿Cómo se sentiría si ustedfuera la persona a la que Jesús le pide agua para beber en el pozo que estaba cerca de Sicar?
- ¿Cuáles serían sus emociones si fuese uno de los discípulos que presenciaron este incidente?
Otro ejemplo es imaginarse que usted es el apóstol Pablo en prisión y que escribe la carta conocida como 2 Timoteo.
- Imagínese que está en una cárcel de Roma condenado a muerte, a la espera de su ejecución, abandonado, y que todos excepto Lucas lo han abandonado.
- Sienta la soledad que Pablo debe haber sentido cuando escribía, pero también sienta el triunfo que debe haber sentido cuando escribió:
«He luchado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe»
(2 Timoteo 4:7).
Cuando uno visualiza una escena, las Escrituras cobran una excepcional y
viva realidad.
Enfatice las palabras del pasaje que usted está estudiando. - Lea varias veces en voz alta un versículo, haciendo hincapié en diferentes palabras cada vez que lo lea y vea los nuevos significados que se le revelan.
Por ejemplo, si está meditando en Filipenses 4: 13, podría destacar las palabras como le mostramos a continuación:
TODO lo puedo en Cristo que me fortalece.
Todo LO puedo en Cristo que me fortalece.
Todo lo PUEDO en Cristo que me fortalece.
Todo lo puedo EN Cristo que me fortalece.
Todo lo puedo en CRISTO que me fortalece.
Todo lo puedo en Cristo QUE me fortalece.
Todo lo puedo en Cristo que ME fortalece.
Todo lo puedo en Cristo que me FORTALECE.
De esa manera encontrará ocho diferentes significados de este versículo cuando destaque en voz alta las palabras que lo componen cada vez que lo repita.
Parafrasee el pasaje que está estudiando.
Tome el versículo o pasaje que está estudiando y dígalo con sus propias palabras.
Cuando piense en él, use palabras contemporáneas y frases que expresen las verdades bíblicas eternas, La Biblia al día es un ejemplo de paráfrasis de las Escrituras.
Personalice el pasaje que está estudiando.
Lo puede hacer poniendo su nombre en lugar de los pronombres o sustantivos que usan las Escrituras.
Por ejemplo, (ponga su nombre en el espacio en blanco) podría leer Juan 3.16:
"Porque de tal manera amó Dios a _________________
que ha dado a su Hijo Unigénito, para que __________________ crea en él y no se pierda,
sino que tenga vida eterna».
Siempre que quiera meditar en un pasaje. Estas preguntas son:
- Tengo algún pecado que deba confesar?
- ¿Necesito restituir algo?
- ¿Puedo apropiarme de alguna promesa?
- ¿Es una promesa universal?
- ¿Tengo que reunir ciertas condiciones?
- ¿Debo cambiar de actitud en algo?
- ¿Tengo disposición a trabajar o tengo una actitud negativa y debo empezar a construir una positiva?
- ¿Hay aquí algún mandamiento que debo obedecer?
- ¿Estoy dispuesto a obedecer sin importar cómo me sienta?
- ¿Encuentro aquí algún ejemplo a seguir?
- ¿Es un ejemplo positivo para que yo lo imite o uno negativo que debo evitar?
- ¿Hay alguna petición que debo elevar?
- ¿Hay algo que necesito insistir en oración?
- ¿Hay algún error que tenga que evitar?
- ¿Hay algún problema del que deba estar alerta o del que deba cuidarme
- ¿Hay alguna verdad que deba creer?
- ¿Qué es lo nuevo que puedo aprender de Dios el Padre, de Jesucristo, del Espíritu Santo?
- ¿Hay algún motivo para alabar a Dios?
- ¿Hay aquí algo que deba agradecer?
Repita el versículo o pasaje como una oración.- Ponga el pasaje que está estudiando en primera persona del singular, conviértalo en una oración y elévelo a Dios.
- El libro de los Salmos es un buen ejemplo de esta forma de meditación.
- En cierta ocasión Bill Gothard dijo que David había memorizado la ley de Dios, luego la había personalizado y elevado a Dios en forma de salmos.
- Se puede ver un ejemplo de este método de meditación en el uso de los primeros tres versículos del Salmo 23.
«Gracias, Dios, porque eres mi pastor y nada me falta».
«Te agradezco que me des descanso en verdes pastos,
por guiarme a orillas de aguas de reposo y por restaurar mi alma».
«Te agradezco que me guíes por sendas de justicia por amor a tu nombre ».
Práctica. - Escriba como llevará a la práctica las observaciones antes anotadas de lo que ha descubierto en su meditación.
- Escribir su aplicación en un papel lo ayudará a ser específico.
- Si no lo pone por escrito, pronto lo olvidará.
- Esto es más necesario aun cuando trata de verdades espirituales.
- Si no lo vierte sobre un papel, en realidad no lo ha pensado bien.
- Está demostrado que si uno lo escribe lo recuerda más tiempo y puede expresar mejor a otros lo que ha aprendido.
Debemos recordar cuatro factores al escribir una buena aplicación.
l. Su práctica debe ser personal.
- Debe escribirla en primera persona de singular: Cuando la escriba, use siempre los pronombres personales «yo», «me», «mí» «mío».
2. Su práctica debe ser alcanzable.
- Debe ser algo que pueda hacer. Planee el curso definido de acción que desea seguir.
- Diseñe un proyecto personal que lo anime a ser un-hacedor de la Palabra».
- Elabore sus aplicaciones lo más específicamente posible.
- Hacer generalizaciones vagas pueden hacerlo sentirse impotente y producir muy poca acción.
- Debe ser algo que sepa que puede cumplir; si no, caerá en el desánimo.
3. Su práctica debe ser comprobable.
- Debe establecer algún tipo de comprobación para revisar su progreso en lo que está haciendo. Tiene que ser medible para que pueda saber lo que ha estado haciendo.
- Esto significa que tiene que establecer alguna clase de tiempo límite para ponerla en práctica.
El ejemplo siguiente de estos cuatro factores está tomado de Eclesiastés 6:7. Leemos en el pasaje:
«El hombre trabaja y trabaja para comer, pero nunca se satisface».
A continuación presentamos cómo se pueden ver los cuatro factores en la aplicación por escrito:
1. Personal: «Yo necesito... ».
2. Práctica: «Necesito perdonar».
3. Posible: «Necesito perdonar a fulano».
4. Comprobable: «Necesito perdonar a fulano antes de que termine el mes».
Para ayudarlo a llevar a cabo sus objetivos, cuéntele a un amigo o a un miembro de su familia acerca de sus planes para que de vez en cuando le den una revisada a sus progresos y lo animen a seguir adelante.
Registre aplicaciones para asuntos futuros y también para necesidades actuales.
- ¿Y si encuentra una aplicación que usted considera que no es posible ponerla en práctica en un tiempo en particular?
- Imagínese que está estudiando un pasaje que tiene que ver con la muerte y en cómo puede sobreponerse a la angustia y el pesar, pero este no es un problema actual para usted.
- ¿Qué va a hacer con estos versículos? Póngalos por escrito por dos razones.
Primero, porque puede ser que necesite la aplicación en un futuro, cuando alguna circunstancia se presente en su vida.
En segundo lugar, puede ayudarlo a ministrar a otro que esté pasando por esa situación.
Pregúntese: «¿Cómo puedo usar estos versículos para ayudar a otros?"
Oración.La oración tendrá que ver con pedir perdón si es necesario, sabiduría, favor, gracia si debemos aclarar algo con alguien, fortaleza para perseverar en la práctica de lo que debemos hacer, gracias a Dios por permitirnos cambiar y ser un poco más parecido a Jesús por medio de lo que nos ha mostrado en Su palabra.
Como “La frutilla en la torta” memorice el versículo clave de su estudio (Recomendado, no exigido)
Para que pueda seguir meditando en el pasaje que está aplicando, y para que le ayude a recordar su proyecto, memorice un versículo que sea clave para aplicar lo que ha escrito.
- A veces Dios va a obrar en un aspecto de su vida durante varias semanas o incluso meses.
- Lleva tiempo cambiar rasgos de carácter, hábitos y actitudes arraigados.
- Los nuevos hábitos y maneras de pensar no se adquieren ni se establecen en un día.
- Debemos estar conscientes de esto y estar dispuestos a permitir que Dios siga reforzando una nueva verdad en nuestra vida.
- No nos engañemos pensando que escribir una aplicación será como una fórmula mágica que producirá un cambio instantáneo.
- Más bien debemos tener presente que eso es parte de un proceso de crecimiento.
- La memorización de versículos será de gran ayuda en ese proceso porque siempre estarán con nosotros en el «corazón».
En una ocasión mi aplicación tuvo que ver con la calidad de mi sensibilidad.
- Le llevó varios meses a Dios edificar esa cualidad en mí.
- Tuve que ver cómo esta cualidad estaba relacionada con todos los aspectos de mi vida.
- El Señor seguía poniéndome en situaciones en las que estuve tentado a hacer lo opuesto: ser insensible. Y él puede hacer lo mismo con usted.
- Dios puede enseñarle a amar a los demás poniéndolo en medio de gente nada amable.
Quizá tenga que aprender a ser paciente mientras experimenta irritación, para así aprender a ser pacífico en medio del caos.
De esa manera descubrirá cómo tener gozo, incluso en tiempos de pesar y de prueba.
Usted debe descubrir que cuando Dios quiere fortalecer una cualidad positiva en su vida, le permite encontrarse en situaciones en las que pueda escoger hacer lo correcto en lugar de seguir sus inclinaciones naturales.
Resumen Un hombre vio que uno de sus vecinos salía de una iglesia un domingo por la mañana y le preguntó:
«¿Ya se acabó el sermón?"
El vecino le respondió con sabiduría:
«No. Ya lo predicaron, pero todavía falta que lo practiquemos».
Si no aplicamos las revelaciones que Dios nos da, nos volveremos espiritualmente insensibles y desarrollaremos costras/callos.
Nos volvemos torpes a la obra de convencimiento del Espíritu Santo en nuestra vida.
La aplicación de la Palabra de Dios es vitalmente necesaria para nuestra salud espiritual, crecimiento y madurez cristiana.
El formulario T.O.P.O.
Llene la información preliminar.
Fecha: Escriba la fecha en que hizo el estudio.
Título: Sea creativo y agréguele un título a su devocional.
Texto: Escriba el libro, capítulo, versículo o versículos que está estudiando.
Observación (Meditación): Escriba sus pensamientos de acuerdo con el método que haya empleado.
Práctica (Aplicación): Escriba una aplicación que sea personal, práctica y comprobable.
Oración: Comuníquese con Dios por medio de la oración para pedir perdón y poder llevar a cabo la práctica que nos dictó Su palabra.
Memorización (Recomendado, no exigido): Escriba de memoria el versículo que piensa aprenderse, en la versión que haya elegido