Imagina recibir un mensaje tan bueno que te hizo repensar toda tu vida.
- El banco cometió un error hace años al calcular tu hipoteca y ahora de repente descubre que tu casa ya está pagada;
- O un extraño total ha pagado completamente los gastos para tus estudios;
- Tu esposo abusivo ha cambiado de repente y ahora te trata como a una reina;
- Los médicos te llaman para decir que el diagnóstico fue incorrecto y que no tienes cáncer todo al parecer (para ellos) fue una confusión.
Todos estos ejemplos representan el mejor tipo de noticias: no pasar necesidades para pagar la casa; su futuro ya no está nublado por la incertidumbre de si podrías o no estudiar; no caminás más sobre cáscaras de huevo, temerosa de que algún evento trivial enoje a tu cónyuge, tus temores de tratamientos y terapias interminables se desvanecen en un momento.
Una nueva realidad ha llegado desde lejos y se ha instalado contigo. La vieja realidad se ha ido; y nace un nuevo día.
Pero rápidamente descubrís un problema: la mañana después de que llegan las buenas noticias, te despertás todavía preocupado por el dinero, aún temeroso de que su esposo recaiga, o te despertás sudando pensando en los hospitales y la muerte.
Y no es de extrañar: has pasado años, incluso décadas, pensando en la vida basada en estos problemas. Los problemas financieros han sido diarios. El miedo al abuso se tiene en cuenta en cada elección que hacés. Los problemas de salud son como un huésped que se ha mudado para siempre.
Aunque han llegado buenas noticias, los viejos hábitos mueren con dificultad, y parece que los hábitos de la mente han ocupado un lugar permanente en nuestros pensamientos. La realidad ha cambiado pero nuestras formas de pensar no. Nuestras viejas formas de pensar deben ser ejecutadas.
Recibir buenas noticias, recibirlas realmente, asimilarlas y descubrir una nueva libertad,
REQUIERE UNA NUEVA FORMA DE PENSAR.
Esta nueva forma de pensar tiene un nombre bíblico:
ARRENTIMIENTO
Ya sé: pensaste que el arrepentimiento significaba cosas como remordimiento, tristeza, esforzarte más o sentirte culpable. Alguien te ha mentido, o no te ha enseñado del todo bien.
En esencia, la palabra arrepentirse significa REPENSAR TU VIDA.
El truco es: debés tener una razón válida para repensar tu vida.
• Una actitud mental positiva no es suficiente;
• simplemente esforzarse más no cambiará tu mundo.
Debe haber una realidad dura que cambie la ecuación, borre el pasado o nos presente un futuro lleno de alegría. Mejor aún, los tres: Jesús presentó esta realidad de núcleo duro cuando dijo:"El Reino de Dios se está rompiendo.
Justo aquí, ahora mismo".
No estaba describiendo un nuevo programa o respaldando por una nueva filosofía.
Jesús proclamó que el mundo sería para siempre diferente porque Dios había descendido y haría lo que fuera necesario para liberar a las personas.
Dios no se detendría: el viejo orden de las cosas está programado para ser demolido y un nuevo orden se está volviendo real. Nos invitó a pasar al lado de la victoria con estas palabras:
“Ha llegado el momento.
El Reino de Dios está a la mano.
Arrepiéntete y cree las buenas noticias.”
La gracia viene con buenas noticias y un requisito:
REPENSAR TU VIDA PORQUE TODO HA CAMBIADO.
El arrepentimiento es una respuesta racional a la gracia de Dios.Arrepentirse es la primera palabra de las buenas nuevas.
La fe y la esperanza surgen al repensar nuestro estilo de vida basado en lo que Dios ya ha hecho.
Las buenas noticias requieren que reconsideremos nuestra forma de vida.
¿Has recalculado la tuya a la luz de su reino?
Jesús declaró que una nueva realidad estaba rompiendo en el mundo;
El Reino de Dios estaba cerca.
Una nueva realidad significa nuevas posibilidades.
Las viejas formas de pensar y actuar ya no son efectivas (si alguna vez lo fueron).
A la luz de una nueva realidad de otro mundo, deberíamos repensar nuestros métodos, nuestras preferencias y nuestra vida.
Arrepentirse no es una palabra que hayamos escuchado mucho en estos días.
En la cultura popular, es posible que veas a un profeta enojado con un cartel con la palabra salpicada de pintura roja como la sangre.
Incluso en las iglesias tienden a inclinarse hacia el lado enojado de la palabra.
Sospecho que para muchos de nosotros es difícil separar la palabra arrepentimiento de los sentimientos de ira y juicio.
Pero debajo de la superficie del significado popular se esconde un manantial de agua dulce: la palabra arrepentimiento indica una oportunidad para comenzar de nuevo.
El arrepentimiento es el golpe definitivo: la recuperación que todos buscan, la oportunidad de romper con el pasado y descubrir un futuro lleno de esperanza.
La buena noticia del Reino de Dios no es simplemente ir al cielo cuando morimos.
Se trata del cielo entrando en la tierra en este momento (ver Mateo 6:10).
El rey ha venido para establecer su reino entre nosotros.
El rey está construyendo su castillo en el aquí y ahora, y nos invita a vivir con él no después de que muramos, sino hoy, y cada nuevo día.
Entonces, ¿cómo entramos en las nuevas posibilidades de una vida con Dios, viviendo en una nueva realidad?
La puerta a esta nueva realidad del Reino está escrita con letras de oro (no rojo sangre) ARREPENTIDO.
Pero el arrepentimiento no es simplemente la puerta de entrada a la vida con Dios; es el pasillo que conduce a cualquier otra habitación en el castillo del Rey.
Descubramos juntos estas posibilidades del nuevo reino, la esperanza de que el cambio de vida pueda ser profundo y duradero en lugar de los altibajos de la montaña rusa tan comunes en las dietas y los planes de prosperidad y los métodos de organización.
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