jueves, 16 de septiembre de 2021

Un bosquejo de Romanos


 

La ley como herrramienta de el diablo


 

La historia del águila Inroducción a romanos The Mirror


Durante nuestra luna de miel, en enero de 1979, en los cañones de Blyderiver, en Mpumalanga (Sudáfrica), Lydia y yo conocimos a un funcionario de conservación de la naturaleza que nos habló de un fascinante incidente cuando liberaron una semana antes un águila negra que llevaba diez años en el zoo de Pretoria. Nos contó lo emocionados que estaban cuando el ave llegó por fin en su caja de madera. Era el día de la liberación de esta águila. Pero su emoción se convirtió pronto en frustración cuando, tras abrir la jaula, el ave se negó a volar. Diez años de vida enjaulada parecían haber atrapado su mente en un recinto invisible.


¿Cómo podían conseguir que el águila se diera cuenta de que era libre?
Ninguna de las insinuaciones y empujones parecían ayudar.
Entonces, al cabo de unas horas, el ave levantó de repente la vista y, a lo lejos, oyeron la llamada de otra águila; ¡inmediatamente el águila del zoo levantó el vuelo!
Esta dramática historia dejó una profunda impresión en mi mente. Supe que, a la luz de la revelación de LA BUENA NUEVA de Pablo, nos queda una prioridad urgente, que es anunciar a las naciones con audaz confianza la verdad sobre su identidad original y reflejar la integridad de su inocencia redimida en Cristo.
¡NO SE REQUIEREN LECCIONES DE VUELO
CUANDO LA VERDAD SE HACE PRESENTE!
Esto da tanta claridad y contenido al hecho de que Jesús vino al planeta no para mejorar la jaula del judaísmo o de cualquier otra religión iniciando una nueva llamada cristianismo…
¡sino para ser la voz encarnada de la semejanza e imagen de Dios en forma humana!
Vino a revelar y redimir la imagen de Dios en nosotros.
Su misión era reflejar el modelo de nuestro diseño, no como un ejemplo para nosotros, sino de nosotros. (Col 1:15, 2:9, 10).
Jesús murió la muerte de la humanidad y, cuando la piedra fue removida, 
¡RESUCITAMOS JUNTO CON ÉL!
SI EL EVANGELIO NO ES LA VOZ DEL ÁGUILA LIBRE,
NO ES EL EVANGELIO.
Introducción a Romanos The Mirror

Romanos 7:1-6


 
Un ejemplo de libertad por medio de la muerte (Ro 7:1-3)


Cuando Pablo dice que habla con personas que conocen la ley (Ro 7:1) no está pensando en la Ley de Sinaí, sino en sistemas legales en general. 
Los cristianos en Roma estaban perfectamente familiarizados con las obligaciones legales, y el contrato matrimonial era conocido de todos, fuesen judíos o gentiles. 
El Apóstol saca su ilustración de la vida social, recordando a los hermanos que la mujer casada está unida a su marido por obligación legal. 
Sin embargo, si el marido muere, la mujer se halla libre de su persona y puede casarse con otro hombre sin que nadie pueda acusarla de ser adúltera.

La ley queda igual, pero la intervención de la muerte ha anulado su operación en este caso concreto. Algunos expositores creen que la ilustración no hace más que señalar el hecho de que la muerte termina con las obligaciones legales, pero Pablo no suele simplificar sus argumentos y queda fiel a sus términos. Por lo tanto, el que escribe cree que hemos de tomar en cuenta los términos ya usados en (Ro 6:6-10). 

La ilustración explicada (Ro 7:4)

La aplicación de la ilustración se halla en este versículo, que no es difícil con tal que comprendamos los términos y expresiones típicos del Apóstol que hemos recordado en el párrafo anterior. 
“Fuisteis muertos a la ley mediante el cuerpo de Cristo” señala el gran hecho de nuestra identificación con Cristo en su Muerte y su Resurrección, tema de (Ro 6:1-10). 
Su cuerpo fue el glorioso medio para llevar a cabo tan sublime obra (Col 1:22).

Lo que hemos de notar con cuidado es el significado de la frase: “para que seáis unidos a otro”, que sólo se entiende bien si recordamos que el primer marido es la naturaleza adámica que murió en la Cruz. 
Ya que éste se ha quitado de en medio por la “crucifixión”, nos hallamos libres para unirnos con el Cristo que fue levantado de entre los muertos. 
La nueva vida y experiencia se desarrollan “postmortem”, en la esfera de la resurrección.

Nuestra unión con Cristo en su muerte supone el fin de todo lo viejo. 
Nuestra identificación con el Resucitado, quien se presenta como Resurrección y Vida, determina la nueva vida en todos sus aspectos, ya que él vino para que tuviésemos vida, y que la tuviésemos en abundancia (Jn 10:10). 
La última frase de este importante versículo parece hacer eco de (Ro 6:21-23), pero el fruto no es ya el de un nuevo servicio, sino el producto de la nueva unión mística con Cristo. 
Al emplear la frase “unión mística” no echamos mano del lenguaje de los místicos que emplean métodos más bien psicológicos para conseguir lo que les parece ser el rapto místico, sino que señalamos la doctrina fundamental expuesta particularmente por Pablo; es decir, que el Espíritu de Cristo mora en el verdadero creyente para efectuar la unión con Cristo en la esfera real del acontecer divino. 
El fruto del Espíritu que se detalla en (Ga 5:22-23) procede de esta bendita unión y jamás se consigue por esfuerzos legales.

La operación de un nuevo principio (Ro 7:5-6)

1.El efecto de la Ley sobre la carne (Ro 7:5)

Nos será necesario examinar más detalladamente la frase “en la carne” al comentar la sección (Ro 8:5-9), y basta notar aquí que señala nuestra vida antigua cuando seguíamos las normas del hombre caído. La Ley enfocaba su luz sobre el pecado, pero, lejos de darnos fuerza para vencerlo, excitaba “los afectos pecaminosos”, o sea, la concupiscencia, el conjunto de los deseos del “yo” que se rebela contra la voluntad de Dios. Toda actividad carnal tendía a la inerte: fatídico y venenoso fruto del pecado en
todas sus formas, como ya hemos tenido ocasión de notar anteriormente.

2.La libertad del creyente unido con Cristo (Ro 7:6)

Desde luego, la Ley no muere, puesto que es una expresión de la voluntad de Dios frente al trágico fenómeno del pecado, y seguirá llevando a cabo su labor de escrutinio y de condenación hasta el fin de esta creación. 
En cambio, Pablo enseña que es el creyente quien ha muerto a la Ley, refiriéndose, desde luego, al yo adámico. 
Esto permite que la personalidad esencial viva con y para Cristo. 
Por lo tanto se halla desligado de la Ley (el verbo es “katargeo”, poner fuera de uso, anular, etc.), y sirve a Dios en la gloriosa novedad del Espíritu que se contrasta con la letra de la Ley, que queda caducada en cuanto al resucitado con Cristo. 
“La letra” en los escritos de Pablo equivale a la Ley en su forma externa. 

Citamos dos declaraciones más del apóstol Pablo que confirman e iluminan la profunda enseñanza del versículo que estamos estudiando, y que merecen nuestra cuidadosa atención: 
“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne,
 os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, 
que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” 
(Col 2:13-14).

 “Yo, por la Ley, morí a la Ley, a fin de vivir para Dios. 
Con Cristo he sido crucificado y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí, 
y lo que ahora vivo en la carne (= cuerpo aquí) lo vivo en fe, 
aun mi fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se dio a sí mismo por mí” 
(Ga 2:19-20).

Ernesto Trenchard

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Romanos 5 quiasmo


 

Romanos 4 quiasmo

 


Romanos 3 quiasmo



 

Romanos 2 quiasmo





 

Romanos 1 quiasmo

 


Justificación



¿Se podría perder la justificación…?

Sí..., si Cristo mismo no fuera nuestra justicia.
... en Cristo Jesús ... nos ha sido hecho ... sabiduría, justificación, santificación y redención.
1Corintios 1:30

Sí..., si la justicia de Cristo no fuera en total reemplazo de la nuestra.
... no teniendo mi propia justicia ...
Filipenses 3:9

Sí..., si la justificación fuera algo hecho por nosotros mismos.
…Dios es el que justifica.
Romanos 8:33

Sí..., si nuestra justicia fuera ganada y no un don de gracia.
... mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
Romanos 5:17

Sí..., si Dios pudiera ser convencido de aceptar acusaciones en contra de quienes ya han sido justificados.
…¿Quién acusar á a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
Romanos 8:33

Sí..., si nuestra justicia proviniera de nosotros mismos y no de Dios.
... la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.
Romanos 3:22

Sí..., si la justificación no fuera un decreto legal de Dios.
…Con la mira de manifestar [Dios] su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe en Jesús.
Romanos 3:26

Sí..., si los decretos de Dios pudieran cambiarse.
Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Romanos 11:29

Sí..., si ahora nuestros pecados tuvieran el poder de anular la justicia de Cristo, cuando antes no constituyeron obstáculo para ella...
…Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado ...
Romanos 4:8

Sí..., si la fe genuina no produjera obediencia.
…Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta ...
Santiago 2:26

Sí..., si nuestro corazón fuera purificado por algún medio diferente a la fe.
... purificados por la fe sus corazones.
Hechos 15:9

Sí..., si se pudiera mostrar que Dios no glorificará a los que justifica.
... y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
Romanos 8:30

Sí..., si la justificación se basara en algo que no fuera la gracia.
…Para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Tito 3:7

Sí..., si la justificación no resultara en un compromiso con la rectitud.
…Y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
Romanos 5:18

Sí..., si Cristo hubiera cumplido solo una parte de los requerimientos de la justicia de la ley, dejando el resto para que lo cumpliéramos nosotros.
…para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros...
Romanos 8:4

Sí..., si la justificación no fuera gratuita.
...siendo justificados gratuitamente por su gracia ...
Romanos 3:24

Sí..., si la vida eterna, dada por medio de la justificación, no fuera algo que permanece.
...para que justificados por la gracia, viniésemos a ser herederos, conforme a la esperanza de la vida eterna.
Tito 3:7

sábado, 3 de julio de 2021

Innegociable

 

T.O.P.O.

INNEGOCIABLE

 

Texto: Romanos 15:14

Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos,
de que vosotros mismos estáis 
llenos de bondad,
llenos de todo conocimiento,
de tal manera que 
podéis amonestaros los unos a los otros.

 Observación:

  •  Parece que los dos ingredientes son fundamentales, inseparables, e innegociables:
    • No amonestar con bondad y sin conocimiento
    • Ni amonestar con conocimiento y sin bondad
  • En mí es en el conocimiento donde puedo tener la tentación de creer que LO TENGO.
    • Siendo líder la gente busca ser amonestada/aconsejada por uno y a veces en el apuro o en la falta de tiempo uno contesta sin meditar… solo dando “El Conocimiento” sin bondad
  • Según la escritura de hoy, el conocimiento debe aplicarse… sin negociar la falta de bondad
    • Aquí bondad es hacer el bien a favor de otros, ser amable teniendo la mira en el otro
    •  Amonestar sin bondad (amor al otro en acción) puede llegar a lastimar
    • Amonestar sin bondad me pone en la silla de juez.
  • La amonestación salida de un corazón bondadoso que quiere lo mejor para el otro, será una amonestación de parte de Dios mismo, un bálsamo.
    • De otra manera, amonestar sin estar lleno de bondad será más parecido a una acusación, señalamiento, reto… que generará culpa, dolor o resentimiento… es añadir vinagre a la herida…
      • Ese es el trabajo del enemigo, y yo no quiero ser parte, ni facilitárselo
  • El diccionario dice de amonestación: es una advertencia basada en la enseñanza
    • A veces he amonestado/exhortado con conocimiento, pero enfocado en mí, y no el otro, esa amonestación/exhortación fue sin bondad… o sea ayude al que no quería ayudar

 

Práctica:

  • Debo entender que es innegociable entregar la amonestación con toda bondad con todo amor que es fruto del Espíritu.
  • Ponerme en “los zapatos del otro” antes de emitir amonestación
  • Debo meditar antes de amonestar a alguien mirando cual es mi motivación.
  • Debo entender que no tengo porque tener respuesta a todo y en todo momento
  • Si la motivación es amar a la otra persona amonestándola a hacer algo… LUZ VERDE
  • Si solo quiero verme yo más justo o sabiondo…. LUZ ROJA.
  • Debo ser riguroso en mi intención al amonestar o al exhortar para que pueda edificar y no derrumbar/lastimar/entristecer a otro hijo de Dios…

 

Oración:

  • Padre te pido perdón por la veces que entregue un a amonestación a alguien sin el debido cuidado de la bondad
  • Si hay alguien de los que me está escuchando que recibió amonestación de parte mía sin bondad les pido perdón sepan que no es culpa de Dios sino absolutamente MIA.
  • Papá ayúdame a no negociar la entrega de tu palabra divorciada del amor y la bondad.
  • Que seamos como los creyentes de Roma que podían amonestar porque tenían conocimiento y estaban llenos de bondad
  • Que podamos entender este pasaje y no negociemos en nuestra actitud ante la amonestación… si falta bondad o conocimiento tenemos el privilegio del silencio…