jueves, 31 de enero de 2013

El liderazgo y la autoridad del Evangelista



Por Luis Palau
Introducción
El evangelista tiene una tarea asignada por Dios. A continuación la Escritura nos trae luz al respecto. Juan 4  31 Mientras tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.  Pero Él les dijo: Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis.  Los discípulos entonces se decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer?  Jesús les dijo*: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.  ¿No decís vosotros: "Todavía faltan cuatro meses, y después viene la siega"? He aquí, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos que ya están blancos para la siega.  Ya el segador recibe salario y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se regocije juntamente con el que siega.  Porque en este caso el dicho es verdadero: "Uno es el que siembra y otro el que siega." 38 Yo os envié a segar lo que no habéis trabajado; otros han trabajado y vosotros habéis entrado en su en su labor
Puede que algunos en el cuerpo de Cristo  puedan mirar mal al evangelista por su manera que ministrar, como hace su llamamiento, que procedimiento usa, si trae cantantes o deportistas, como se viste y demás. Aunque,  en realidad el evangelista tiene un llamado autoritario de parte de Dios. Usualmente el evangelista no tiene el mismo prestigio como un pastor, un profeta o maestro. Sin embargo, el evangelista tiene un peculiar llamado por el Señor y este se encuentra en Efesios 4: 11 Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,
El ministerio del evangelista puede aplicarse usando la mano en el cuerpo. Este ministerio está rodeado por otros  ministerios como el de pastor quien cuida a las ovejas y el otro es el profeta quien exhorta, muchas veces este último se mete en problemas por exhortar pero así es el ministerio del profeta. Por último, el apóstol quien planta congregaciones o levanta obras.  El evangelista tiene un bello ministerio el cual es proclamar las buenas nuevas. El maestro discípula y enseña la Palabra de Dios. Una vez que las almas son alcanzadas son entregadas a los pastores. El ministerio del evangelista se encuentra justo en medio entre el del profeta y el pastor.
Unos de los obstáculos en el evangelismo nombrado  hace tres años aquí en Estados Unidos en una convención de evangelistas fue el “Híper-calvinismo”  (se desea puede hacer Google a esta palabra para más profundidad con respecto a la doctrina de Calvino y su teoría con respecto a la salvación) Aunque, Charles Swindoll elocuentemente lo pone en un libro de esta manera, “Dios soberanamente decretó que el hombre fuera libre para ejercitar escogiendo sus obras morales y que el hombre desde el comienzo, ha cumplido con ese decreto de Dios, escogiendo entre el bien y el mal. Cuando este escoge  hacer el mal, no está contrarrestando la soberana voluntad Dios  de Dios sino que en realidad la cumple tanto así como en el  eterno decreto, decida no que el hombre tenga que escoger sino que él tiene la capacidad de libremente escoger”. Esto habla con respecto a libre voluntad que Dios nos da, algo de lo cual muchos no desean hablar.


 El evangelista puede dar el mensaje de salvación a una ciudad, región o nación. Encontramos versos en la Biblia que podemos aplicar acerca de esto como por ejemplo; Proverbio 11:11 Por la bendición de los rectos, se enaltece la ciudad, pero por la boca de los impíos, es derribada. 
 El Evangelista tiene o puede tener un impacto en una ciudad, región o hasta veces naciones que a veces ni uno se da cuenta hasta después de años quizás.


Ahora tocaremos 10 principios bíblicos con respecto a la ‘IMAGEN PROPIA DEL EVANGELISTA’