martes, 8 de noviembre de 2016

La Medusa

En 1816 una fragata francesa encalló cerca de Marruecos.

No había suficientes botes salvavidas.

Los restos del navío formaron la única balsa que mantuvo a 149 personas.

La tempestad los arrastró al mar abierto por más de 27 días sin rumbo.

La dramática experiencia de los sobrevivientes impresionó a un artista.

Jean Pierre Gericault que hizo un estudio de los detalles para esta pintura. 

Él entrevistó a los sobrevivientes, a los enfermos e incluso vio a los muertos.

Horrorizado reprodujo la íntima realidad humana en esa situación.

 Podemos reflexionar en las distintas actitudes de los náufragos, actitudes que se reflejan en los momentos límites de la vida.

Nos queda pensar ¿en qué lugar estaríamos nosotros de esta pintura?;

·        Los que se dejan derrotar (base de la pintura)
·        Los indiferentes que piensan que no hay solución dándole la espalda a todos.
·        Los que frenan cualquier intento de esperanza
·        somos los que mantenemos la ESPERANZA por encima de TODO…
       No se ve ningún navío que viene a rescatarlos.

Pero sin embargo hay un grupo decididamente a luchar hasta sus últimas fuerzas para salvar a toda la tripulación.

La Balsa es el Planeta o una Iglesia o un ministerio o un lugar de trabajo, estudio, familia etc,

Los tripulantes forman la Humanidad y las actitudes que cada uno adopta ante la vida.


Nos queda pensar... 
¿En qué lugar de esta pintura estaríamos nosotros?

Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, 
en la espera mostramos nuestra constancia.
Romanos 8:25

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo. 
Romanos 15:13

Mantengamos firme la esperanza que profesamos
porque fiel es el que hizo la promesa.
Hebreos 10:23

Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor;
yo espero en el Dios de mi salvación.
¡Mi Dios me escuchará!
Miquéas 7:7

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